PERFECTOS PARA LA PRIMERA CITA
Dicen que la estación de Primavera suele concentrar el mayor número de ‘primeras citas’. El clima, las flores, la llegada de las vacaciones… Todo influye. Y si bien es un tema agradable y bonito de tratar, también puede ser un foco de problemas para algunas mujeres por el estrés que pueden llegar a suponer. La duda siempre planea: ¿y si no le gusto? Bueno, pues aquí van unos consejos para ayudarte a eliminar la tensión e ir sobre seguro.
Objetivo prioritario: la comodidad. Así es. No hay que hacerse líos con los estilismos y elegir los zapatos que más duelen solo porque piensas que son los más bonitos y adecuados para la ocasión. Piensa únicamente en ti porque para poder transmitir cosas buenas, tienes que estar a gusto contigo misma y sentirte relajada. Elige prendas cómodas que te ayuden a moverte con naturalidad. Si la cosa sale bien, ya habrá tiempo de lucir esos taconazos que guardas como un tesoro.
Los colores: discreción. Lo ideal es que elijas un look neutro. Lo excesivo, carga y lo plano, aburre. Queremos que se fije en nosotras. Por eso en caso de duda, el blanco y el negro siempre son una apuesta ganadora. Piénsalo: top de seda blanca con jeans negros, camiseta de algodón negra con vaqueros azules… Lo sencillo siempre gana. Por supuesto, aplícatelo también a las joyas: cuantas menos, mejor.
La talla: sin agobios. A veces nos pasa que ganamos kilos sin darnos cuenta y cuando vamos al armario a ponernos algo de lo que tenemos, llega el susto porque la ropa no nos entra. Y esto suele ser habitual si entre tus hábitos no se encuentra salir con frecuencia con amigos y arreglarte en ciertas ocasiones. No hay que apurarse. Si te has descuidado un poco y las prendas se te rebelan, sal corriendo a comprar algo en el último momento porque es más fácil de lo que parece: recuerda, sencillez.
En cualquier caso, y una vez solucionada la papeleta de esa primera cita, conviene que te sientes un instante a respirar y a tomarte en serio el tema del peso. Si la cita ha salido bien, estarás doblemente motivada. Así que ponte manos a la obra. Dieta, ejercicio y, si alguna zona se te resiste, es el momento de regalarte un tratamiento para acabar con ese problema.
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